Como ya estaba un poco arto de esperar tanto tiempo en la puerta sin que nadie saliera, decidí intentar abrir la puerta pero esta puerta era mucho mas dura y tenia mas de dos cerraduras.
Como no pude abrir la puerta intente echar la puerta abajo pero como tampoco funcionó, rompí una ventana y entre por ella.
No veía a los tres cerditos por ninguna parte y comencé a buscarlos; de pronto escuche del baño un sonido muy raro y descubrí que los tres cerditos estaban escondidos en el baño con el quisquete cerrado.
Volví a intentar echar la puerta abajo y lo conseguí.Los tres cerditos estaban metidos en la ducha les pedí disculpas pero como seguían enfadados decidí construirles una nueva casita para los tres.
Y como nos hicimos muy amigos vivimos en esa casita los tres cerditos y yo.
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